Propósito

Una mente saturada puede ser una dicha o una condena. Muchas posibilidades se arremolinan en la punta de mi lengua. Pero el exceso de las mismas ata, pesa demasiado. Avanzar con semejante carga resulta complicado. El inicio del relato esperará para mañana. O quizá para después. Mejor no prometo nada. Hoy el pasado acude una vez más cargado de trazos, líneas tenues pero sugerentes. Y con cada rastro de aquellos ayeres, las ramificaciones de potenciales narraciones se multiplican. Se reproducen a velocidades tales que uno quisiera comenzar mil historias. Mil relatos a la vez. Pero el resultado terminaría siendo algo tan desarticulado, tan incoherente, como este cuaderno virtual de notas. Así que me impongo utilizar la disciplina que me ha tenido escribiendo aquí a diario, para ordenar las ideas y darle sentido a este recién iniciado esfuerzo.

Acerca de este blog

Simplemente un lugar para compartir mis pequeñas soledades, esas que uno acumula a través del tiempo, cada vez que en el interior surge algo que el exterior no comprende. El nombre llegó inspirado por una frase de Roland Barthes.