Porque de pronto fueron ya demasiadas cosas. Porque el resto de las vías eran insuficientes o inapropiadas. Porque me parace atractiva la posibilidad de descubrir nuevos caminos, iniciar nuevos encuentros, desatar nuevas conversaciones. Porque mucho de lo que está por ser dicho merecía ser puesto a prueba. O al menos eso creo.
Todo lo dicho es cierto un poco. Pero quizá la verdadera razón es más simple: Porque me dio la gana.
¿Por qué?
Publicado por
J. P. Hajime
viernes, 1 de mayo de 2009
Etiquetas: Ideas al viento
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