¿Por qué?

Porque de pronto fueron ya demasiadas cosas. Porque el resto de las vías eran insuficientes o inapropiadas. Porque me parace atractiva la posibilidad de descubrir nuevos caminos, iniciar nuevos encuentros, desatar nuevas conversaciones. Porque mucho de lo que está por ser dicho merecía ser puesto a prueba. O al menos eso creo.

Todo lo dicho es cierto un poco. Pero quizá la verdadera razón es más simple: Porque me dio la gana.

Acerca de este blog

Simplemente un lugar para compartir mis pequeñas soledades, esas que uno acumula a través del tiempo, cada vez que en el interior surge algo que el exterior no comprende. El nombre llegó inspirado por una frase de Roland Barthes.