Hoy te están citando todos. Y con justa razón. Lo cierto, Maestro, es que nos dejaste suficientes palabras para recordarte. Para evocarte a través de ellas. Para utilizarlas cuando nos hagan falta porque, como le dice el cartero a Neruda, la poesía no es de quien la escribe sino de quien la necesita. Y hoy aprovecho un texto tuyo, Mario, para rendirte homenaje y decir un poco cómo me siento: «estoy jodido / y radiante / quizá más lo primero / que lo segundo / y también / viceversa».
La Güeris friolenta
Hace 2 meses
0 comentarios:
Publicar un comentario