Precisiones

Lo de ayer intentó ser un preámbulo. Pero hoy lo reviso y claramente me parece insuficiente. Creo que antes de iniciar el relato o el intento de relato, son necesarias precisiones adicionales. Decir algo, al menos algo, sobre el que esto escribe. Sobre quién ese. Sobre qué le identifica. Hay una nota de mí que comprendí hace unos seis o siete meses. Una nota que ayuda, si no a definirme, al menos a acercarme a una idea de mí. La idea de mí que hoy más me convence. Enamorado del amor. Esa es en tres palabras la cuestión central. Es una frase común, está claro. Y quizá pueda entenderse de diversos modos. Ya se irá viendo qué significa para mí. Pero al menos hoy, de entrada, sirve para trazar una idea de lo que ha movido los hilos de esta marioneta a lo largo de, al menos, un par de décadas. Como decía, ya se irá viendo.

Acerca de este blog

Simplemente un lugar para compartir mis pequeñas soledades, esas que uno acumula a través del tiempo, cada vez que en el interior surge algo que el exterior no comprende. El nombre llegó inspirado por una frase de Roland Barthes.