Sanar

¿Por dónde empezar? ¿Cómo jerarquizar el sinfín de ansiedades? ¿En qué orden colocar estas inquietudes? ¿Por qué cuando apenas uno empieza a concentrarse en una cosa, otras aparecen arrebatando la atención? ¿Por qué tanto sufrimiento alrededor?

Y quizá en el fondo toda esta ansiedad es egoísmo puro. Porque aunque se trate de inquietudes derivadas de problemas o padecimientos de otros, uno se aturde por el dolor que provcan en uno mismo. Afirmamos que el dolor del otro nos duele, pero ansiamos sanar no por paliar el dolor ajeno sino por acanar con el propio.

Aún así, ¿por dónde empezar cuando llueve sobre mojado? ¿O es cuestión de relajarse y dejar que las cosas sucedan? ¿Esperar? Se escribe tan fácil.

1 comentarios:

Alma 1 de julio de 2009, 0:15  

Esperar... dicen que el tiempo es sabio y solo él dirá cómo sucederan las cosas y el rumbo que tomaran. Pero... mientras tranto, la espera es dura, fatigosa, desgastante. Para qué esperar a que suceda algo, para qué desgastarnos tanto en esa espera, para qué robamos energía de otros; cuando realmente la solución siempre ha estado y estara en nuestras manos? A lo mejor el miedo nos invade y es éste quien nos frena a tomar decisiones, a abrir los ojos y dar el primer paso. Mientras nunca nos decidamos a tomar esa decisión, nuestra espera seguirá siendo una agonia y las cosas sucederan como tienen que suceder, como ya es bien sabido que sucedera.

Acerca de este blog

Simplemente un lugar para compartir mis pequeñas soledades, esas que uno acumula a través del tiempo, cada vez que en el interior surge algo que el exterior no comprende. El nombre llegó inspirado por una frase de Roland Barthes.