De pronto abrimos una puerta que no esperaba tan pronto. ¿El resultado? Indescriptible. Ventajas de no esperar nada: los pequeños detalles producen efectos muy poderosos.
En el mismo lapso que hace doce años enviamos todo al vertedero, esta vez hemos construido un paraíso en una nube. ¿Tendremos oportunidad de echar bases que hagan de esa nube un terreno seguro? Vamos, digo seguro sin esperar certezas para toda la vida. Lo digo esperando simplemente un cierto grado de claridad, de referente.
Hoy, esa mirada se ha apoderado de mi pensamiento de un modo completamente inusual. Esa caricia ha dejado un rastro que nunca antes había experimentado. Esa sonrisa. ¡Y esa risa! (Tú sabes qué risa.)
¿Y ahora?
¿Y ahora?
Publicado por
J. P. Hajime
lunes, 16 de agosto de 2010
Etiquetas: Presente
0 comentarios:
Publicar un comentario