Ojalá fuese solo su mirada. Pero no. Es esa fuerza irracional que despierta algo absolutamente nuevo en mi interior. Ojalá fuese solo una sonrisa. Pero no. Es ese instinto que había pasado tanto tiempo negándose a creer en la posibilidad de llegar tan dentro. Esa nueva certeza sobre mí mismo. Es esa risa que murmura cuando nuestros cuerpos borran sus fronteras.
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