Me siento absolutamente vacío. No. Quizá no "absolutamente". Me enoja no encontrar palabras para describir cómo me siento. Se me ocurre decir que me siento atrapado entre un mundo que me oprime y me quita la respiración 24/7, y un mundo paralelo que me regala pequeñas bocanadas de aire de cuando en cuando. Cuando ese mundo alterno —que casi me atrevería a calificar de ficción— me acaricia, creo que todo lo demás vale la pena. Y con esa sonrisa me introduzco de vuelta al caos. Pero no me alcanza para mucho. Paso las horas permanentemente queriendo escapar. Y no encuentro una explicación lógica, racional, que me permita convencer o convencerme a mí mismo de que ese escape es válido. Así pues, no me lo permito. Y permanezco atrapado en esta red que yo mismo me he creado. No ya con dos vidas. Quizá con tres, cuatro... cien o mil.
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