Conquista

Nunca he sido muy adepto a esta palabrita. ¿Conquista? Entiendo que cuando la utilizamos en el contexto de las relaciones personales, nos alejamos en cierta medida de su connotación bélica. Sin embargo, a mí no deja de hacerme ruido. Cuando pretendemos conquistar a alguien, ¿actuamos contra su voluntad? Al menos ése es el sentido original del término. Las dificultades implicadas en la conquista solían centrarse en una voluntad contraria. La Real Academia de la Lengua reconoce que conquistar es ganar la volunta ajena, pero ¿esa ganancia es voluntaria? No al menos en el uso ordinario de la expresión. Entonces, ¿tiene sentido la conquista en el terreno amoroso? ¿No es forzar demasiado las cosas? ¿No es construir castillos en el aire?

2 comentarios:

Alma 14 de julio de 2009, 19:04  

Preferiría usar el termino "enamorar nuevamente"... encontrar el camino olvidado o por que no, a veces un clavado en el baul de los recuerdos ayuda a desempolvar las ideas, los sentimientos y que los recuerdos sean los que vuelvan a encender esa llama.

J. P. Hajime 14 de julio de 2009, 19:11  

Reconozco que suena bien. Falta descubrir cómo se hace eso. Ojalá todo fuera cosa de polvo. De cualquier modo, gracias. Ya se ve que los días han estado nublados. Y sin embargo, más allá de la lluvia, la luna ilumina de vez en cuando.

Acerca de este blog

Simplemente un lugar para compartir mis pequeñas soledades, esas que uno acumula a través del tiempo, cada vez que en el interior surge algo que el exterior no comprende. El nombre llegó inspirado por una frase de Roland Barthes.