Reencuentro

En medio del vacío, el reencuentro con una sonrisa que ilumina el horizonte. No es una sonrisa que se dirija a mí. Ni por accidente. Ha sido simplemente un cruce de miradas. No, ni siquiera ha sido eso. Ha sido mi mirada topándose unos segundos con su rostro contemplando el infinito. No se percató de mi existencia. Pero la he visto sonreír. Y esa sonrisa, que no tiene ni por accidente algo que ver conmigo, me ha hecho recuperar un vacío en el estómago y unas ganas de volver a empezar en alguna parte.

Acerca de este blog

Simplemente un lugar para compartir mis pequeñas soledades, esas que uno acumula a través del tiempo, cada vez que en el interior surge algo que el exterior no comprende. El nombre llegó inspirado por una frase de Roland Barthes.