Otra historia posible

A pesar de la distancia, casi podría hablar de un cruce de miradas. Inesperado, intangible. Un momento en el que la fragilidad de ambos seguramente nos hizo pensar uno en el otro. Algo sabemos de nuestras historias. Quizá no tanto como nuestro inconsciente, pero sí lo suficiente para dedicarnos un pensamiento. Momentáneo, casi efímero.

Y una fibra ha palpitado con repentina fuerza. Me he visto obligado a dedicar más de un segundo a pensar en ti. He deseado profundamente que me recuerdes, que mientras experimentas la levedad que trae consigo estar libre de ataduras, te descubras pensando en nosotros y termines sonriendo. Y preguntándote qué hubiese pasado si...



Las circunstancias —inesperadas circunstancias— de las que tengo noticia —o creo tener tras descifrar las crípticas palabras que ella ha elegido para compartir la nueva libertad que atraviesa— me mueven a recordarla. Recordar esos meses juntos. Han pasado tantos años. Éramos otros, sin duda. Y, después de los ires y venires que he atravesado, sobre todo en los últimos 12 meses, imagino un escenario en el que ambos, con nuestros aprendizajes, nos topáramos hoy frente a frente.

Acerca de este blog

Simplemente un lugar para compartir mis pequeñas soledades, esas que uno acumula a través del tiempo, cada vez que en el interior surge algo que el exterior no comprende. El nombre llegó inspirado por una frase de Roland Barthes.